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Siendo las 2100 horas del pasado domingo, La Mera Humildá se enfrento nuevamente al reconocido equipo "Los Adolescentes Calidosos", también referenciados en el bajo mundo como Las Pirañitas de la Gambeta.

Para el primer encuentro, los humildes (que no se encontraban con su formación completa) cayeron por un marcador de 10 a 8. Sin embargo, aún con la moral baja, la nómina incompleta y dos litros y medio de Coca Cola en contra, nuestros aguerridos jugadores lograron encontrar la fé del guerrero que los condujo a un apabullante victoria por un marcador de 10 goles contra 4, en lo que se constituyó la revancha del primer encuentro, el "doble o nada" que fielmente sirve a los equipos de microfútbol para bien, recuperar el honor perdido o hundirse en las siempre turbias profundidades de la derrota.

El balance es positivo, ya que aunque no se logró probar sorbo alguno del preciado líquido gaseoso como premio, se evidenció la existencia de material humano y garra suficiente para remontar marcadores adversos y encumbrar así el buen nombre del equipo.

Al parecer, los humildes juegan mejor y más motivados en su segundo aire. El técnico/capitán/manager/patiño tendrá que tomar medidas al respecto y llevar a cabo algunas prácticas de acondicionamiento físico y sicológico, si quiere lograr que sus jugadores den el 100% desde el momento mismo del pitazo inicial. Por el bien del equipo, esperemos que lo logre.